Si quiere vender, tiene que tener su propia casa en orden, literal y metafóricamente. El proceso de venta en proceso de venta ya es difícil mo lo haga más difícil evitando tareas u ocultando problemas, ya que no querrá ser la causa de que un posible acuerdo fracase. Esto significa que, como vendedor, debe asegurarse de que la perspectiva de compra de su vivienda resulte lo más fácil y sencilla posible.
Las cinco medidas siguientes le ayudarán a evitar los errores más comunes a la hora de vender su casa.
Realice las reparaciones y mejoras necesarias en su hogar
Hay una delgada línea entre una oportunidad de arreglar una casa y una propiedad en ruinas. Los problemas con los que haya aprendido a vivir no son algo que el nuevo propietario esté dispuesto a aceptar, y cualquier cosa que pueda afectar a la habitabilidad o al atractivo de la vivienda sólo servirá para ahuyentar a los compradores y reducir el precio de venta.
Incluso antes de poner su casa en venta, intente hacer arreglos o mejoras que haya ido posponiendo. Puede parecer un despilfarro para una casa que piensas desalojar pronto, pero una primera impresión fuerte marca la diferencia. Es posible que tenga que hacer reparaciones adicionales descubiertas por el inspector de viviendas o exigidas en el contrato de compraventa pero es un pequeño precio para cerrar el trato con una oferta a su gusto.
Revelar cualquier problema con la vivienda
No querrá ahuyentar a los compradores que tenga en el anzuelo, pero también tiene la obligación legal y ética de informarles de cualquier posible problema con la propiedad. Si ha tenido embargos o juicios contra la propiedad, es mejor que los mencione usted mismo a que aparezcan durante una búsqueda de títulos. La divulgación ofrece la posibilidad de resolver el problema, mientras que la ocultación de hechos clave rompe la confianza que se haya podido crear. Ciertas omisiones también pueden paralizar la venta.
También tiene que informar sobre la posibilidad de inundaciones, incendios forestales o terremotos, sobre la presencia de pintura con plomo en la vivienda o, lo que es más triste, sobre las muertes que se hayan podido producir en ella. Ninguna de estas medidas contribuirá mucho al atractivo, pero es importante que los compradores sepan en qué se están metiendo y que usted actúe con responsabilidad y respete las normas.
Calcule la situación de su inquilino
Si va a alquilar la vivienda, una habitación o cualquier espacio de la propiedad, tendrá que decidir cómo proceder para mostrar la vivienda. Además, puede que a un comprador no le interese comprar una casa nueva y, de paso, tener un inquilino, ya que la venta de una casa no anula necesariamente el contrato de alquiler que usted firmó.
Antes de cualquier venta, puede hablar con su inquilino para ver si estaría dispuesto a desalojar la vivienda si el comprador lo desea, e incluso ofrecerle una bonificación de los ingresos de la venta para sufragar los gastos de mudanza. Si están decididos a quedarse durante el plazo del contrato de alquiler, es algo que tendrá que mencionar a los posibles compradores para que sepan que se convertirán en caseros además de nuevos propietarios.
Contabilizar los gastos de cierre de la operación inmobiliaria
Es fácil suponer que, como vendedor de la vivienda, el gasto para usted es mínimo; al fin y al cabo, es la otra persona la que realiza la compra de cinco o seis cifras. Pero los vendedores tienen que pagar su parte de tasas e impuestos al cierre, así como una comisión a su agente inmobiliario y la factura de su abogado inmobiliario. Y eso sin contar las reparaciones en las que puedan insistir los compradores antes del cierre.
Si está pensando en comprar otra vivienda, también hay que tener en cuenta los gastos asociados a la mudanza y los gastos de cierre de la nueva casa. El dinero de la venta de tu casa puede destinarse a sufragar los gastos de tu nueva vivienda, pero eso sólo funciona siempre que vendas antes de comprar. Como con cualquier otra cosa en el sector inmobiliario, presupueste su tiempo y dinero con prudencia.
Asegúrese de fijar el precio adecuado para su vivienda
Tenemos nuestras propias ideas sobre el valor de nuestra casa, pero esas cifras pueden no coincidir con la opinión predominante en el mercado. El apego sentimental y el deseo de rentabilizar su inversión pueden llevarle a fijar un precio demasiado alto para su vivienda en relación con el vecindario y propiedades comparables, lo que le dejará a la espera de un comprador. Fijar un precio demasiado bajo sin duda facilitará la venta, pero puede dejar miles de dólares sobre la mesa, aunque existe la posibilidad de que un precio más bajo atraiga una guerra de ofertas que acabe beneficiándole.
Como ocurre con la mayoría de proceso de venta de una casa es aconsejable recurrir a expertos que le ayuden a fijar el precio de su casa. Un agente inmobiliario puede ofrecerle un análisis del mercado local y una lista de viviendas comparables para utilizarlas como barómetro, y un tasador puede ofrecerle una opinión objetiva sobre cuál es, o debería ser, el valor de su vivienda. Vender su casa requiere mucho más que resolver lo anterior, pero si evita los escollos que pueden hacer descarrilar el proceso, podrá centrarse en el trabajo positivo que hay que hacer.
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