A veces, un ser querido es incapaz de atender sus propias necesidades físicas y económicas.
La tutela legal se establece cuando una persona solicita al tribunal local que le permita actuar en nombre de un ser querido que no puede tomar decisiones por sí mismo, y suele referirse a la supervisión de la vida de un menor o de una persona mayor o incapacitada. La tutela nombra a un tercero como cuidador que garantiza que la persona a la que cuida, llamada pupilo, tiene cubiertas sus necesidades físicas y/o económicas.
Cuando el pupilo del tutor es menor de 18 años, puede haber una fecha natural de finalización de este tipo de supervisión. Sin embargo, en algunos casos, el pupilo es un adulto, y la tutela legal puede continuar durante el resto de la vida de la persona.
Las leyes varían según el estado, pero quienes solicitan la tutela de un ser querido suelen elegir si desean supervisar las decisiones médicas y personales de su ser querido, sus decisiones financieras o todo lo anterior.
¿Qué es la tutela de adultos?
En el caso de adultos mayores o incapacitados, la tutela es un esfuerzo por proteger a un ser querido que ya no puede tomar decisiones sensatas. Los familiares pueden decidir que una persona necesita un tutor por su incapacidad para decidir adecuadamente sobre asuntos como actividades peligrosas, cuentas financieras o su propia salud.
El proceso legal de tutela nombra a un tutor, a veces también llamado curador, para supervisar las decisiones médicas, personales y/o financieras de la persona. En algunos casos, más de un tutor comparte esta responsabilidad. Nombrar un tutor y pasar por el proceso legal no es algo que deba tomarse a la ligera. La tutela puede ser necesaria para garantizar la seguridad de tus padres o de otro miembro de la familia:
- Permanece a salvo de abusos, negligencias y fraudes.
- Recibe los cuidados de larga duración necesarios.
- Recibe la mayor calidad de vida posible.
- Recibe la atención y el tratamiento médicos necesarios.
- Permanece protegido de la explotación financiera.
Dependiendo de los detalles específicos del estado de su ser querido y de la razón por la que solicita la tutela, puede haber enfoques alternativos que podrían proteger a su ser querido sin despojarle de sus derechos legales. Su abogado puede ayudarle a considerar otras opciones que pueden incluir:
- Poderes para decisiones financieras
- Poderes para la atención sanitaria
- Establecer un fideicomiso
- Testamento vital
- Compartir una cuenta corriente común
- Opciones de gestión de casos
- Otras opciones disponibles en su comunidad
Si ninguna de estas otras opciones es viable en función de las circunstancias, la tutela de adultos puede ofrecer una opción adecuada para su ser querido.
¿Por qué puede ser necesaria la tutela?
Decidir sobre la tutela de un adulto para su ser querido puede implicar varias consideraciones, por lo que hablar con un abogado especializado en derecho de la tercera edad puede ayudarle a comprender el proceso y las responsabilidades que conlleva la tutela. En algunos casos, las familias han probado varias soluciones posibles que no funcionaron, o funcionaron hasta que el estado de su ser querido avanzó, antes de plantearse la tutela o curatela.
La necesidad de tutela para un hijo menor de edad es algo más fácil de determinar. Un niño puede necesitar que usted intervenga y actúe como su tutor si:
- Ambos padres fallecen.
- El progenitor o progenitores están enfermos y no pueden prestarles los cuidados adecuados.
- Uno o varios progenitores están encarcelados.
- Uno o varios progenitores están destinados en el servicio militar.
- Ambos progenitores ya no pueden cuidar de ellos por otro motivo.
Cuando un adulto está enfermo, es mayor o está incapacitado, la decisión puede resultar más difícil. Si siguen siendo comunicativos, es posible que tengan opiniones firmes sobre el tema.
Si no pueden tomar decisiones sensatas o no pueden comunicar sus deseos, un abogado puede ayudarle a decidir si es apropiado un poder notarial o, en su lugar, una tutela. También puede hablar del tema con un médico para ver si cree que su ser querido puede tomar una decisión informada sobre un poder notarial basándose en su estado de salud actual.
El proceso de tutela puede llevar a veces un largo período de tiempo, pero algunas circunstancias hacen evidente que la tutela es la opción correcta, y se pone en marcha rápidamente. La tutela de urgencia puede ser posible y necesaria si puedes:
- Demostrar que el ser querido necesita atención médica inmediata;
- Demostrar que el ser querido está siendo víctima de malos tratos o explotación.
- Documentar otra necesidad inmediata.
Si cree que las necesidades de su ser querido requieren una tutela de urgencia, su abogado puede revisar su caso para determinar si cree que debería reunir los requisitos basándose en los hechos. Por lo general, la tutela de urgencia sólo se concede en casos en los que la incapacidad de una persona para cuidar de sí misma la pone en peligro extremo e inmediato, y cuando no existen otras opciones para gestionar la situación.
Dónde solicitar la tutela
Los procedimientos de tutela suelen ser tramitados por los tribunales testamentarios de los condados. Su abogado podrá ayudarle a identificar dónde solicitar la tutela. Lo más probable es que sea el condado y el estado donde vive actualmente su ser querido, independientemente de dónde resida usted actualmente o dónde pueda residir el pupilo tras el procedimiento de tutela.
Las tutelas o curatelas a veces requieren una comparecencia ante el tribunal para finalizar. El proceso para solicitar la tutela varía de un estado a otro e incluso de un condado a otro. En general, usted o su abogado tendrán que rellenar una serie de formularios y presentar información sobre usted, su ser querido, su estado y dar otros pasos antes de que el tribunal pueda fijar una fecha para la vista.
Como peticionario en un caso de tutela, puede esperar responder a cualquier pregunta sobre usted y explicar por qué su ser querido necesita su cuidado y apoyo. Es probable que tenga que presentar documentos que incluyan:
- Información básica sobre usted y cualquier otro tutor
- Información sobre el estado actual de su ser querido
- Una carta o certificado del médico de su ser querido que documente su estado de salud y demuestre la necesidad de la tutela.
- Otra información solicitada por el juez o tribunal
Su abogado puede encargarse de este proceso en su nombre, recopilando la documentación necesaria y presentando la petición y el papeleo relacionado; sólo cuando está completo se fija el caso en su tribunal testamentario local. Dependiendo de las normas de su zona y de las circunstancias de su caso, es posible que su ser querido tenga que comparecer ante el juez con usted.
¿Cuánto dura una tutela?
Aunque sería bueno restablecer los derechos de los familiares que necesitan un tutor para garantizar su salud y seguridad, esto no siempre es posible. Esto se debe a que algunas tutelas se establecen debido a afecciones médicas progresivas y/o terminales, como la demencia, la enfermedad de Alzheimer y afecciones similares. En estos casos, la tutela suele finalizar cuando fallece la persona mayor.
Sin embargo, hay algunos casos en los que una persona puede recuperar sus derechos. El tribunal que aprobó la tutela también puede restablecer los derechos de la persona si sus circunstancias mejoran y llega a ser capaz de cuidar de sí misma y tomar decisiones sensatas.
Es importante tener en cuenta que la tutela viene con un sistema incorporado para garantizar que todo vaya sobre ruedas. Esto incluye revisiones y evaluaciones periódicas para garantizar:
- El pupilo sigue necesitando un tutor.
- El tutor actúa en interés del pupilo.
Las normas pueden variar ligeramente de un tribunal a otro, pero estos controles suelen realizarse en forma de revisión anual. Como tutor de su ser querido, querrá llevar un registro de todos los gastos de sus cuentas y otra información que le recomiende su abogado.
Consulte a un abogado sobre la tutela
Si está considerando si la tutela es necesaria para su ser querido, debería considerar la posibilidad de tratar su caso con un abogado. LegalShield proporciona igualdad de acceso a la libertad, la igualdad, la oportunidad y la justicia que todo ser humano merece y espera.
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