Prevenga las pesadillas de los compañeros de cuarto
Vivir con un compañero de cuarto puede ser una excelente manera de ahorrar algo de dinero y dividir las responsabilidades básicas del hogar. Tener un compañero de cuarto puede ser divertido y rentable, especialmente cuando realmente te gusta la otra persona, pero conlleva un conjunto de desafíos totalmente diferentes a los de vivir con tu familia o con tu pareja.
Cohabitar con una persona a la que no estás 100% obligado a amar o (¡incluso a gustar!) significa que no siempre estarás de acuerdo en todos los aspectos de compartir un espacio. Si estás en la universidad , probablemente no tuviste la opción de elegir quién sería este mejor amigo incorporado, pero aún estás atrapado con esa persona durante al menos un año.
Los diferentes horarios, personalidades, niveles de higiene y opciones generales de estilo de vida pueden afectar incluso a las parejas de compañeros de cuarto más perfectas. Sin embargo, poner por escrito las expectativas mutuas puede ayudar a establecer algunas reglas básicas y evitar pesadillas entre compañeros de cuarto en el futuro.
Considere un acuerdo de compañero de habitación
Su contrato de arrendamiento puede cubrir lo que ambos son económicamente responsables, pero todo lo demás también debe documentarse. Los miembros de LegalShield tienen acceso a un Acuerdo de compañeros de piso que le ayudará a establecer algunos límites y a preservar su relación con su compañero de piso. Los desacuerdos son inevitables, pero tener las reglas de la casa por escrito desde el principio puede aliviar la tensión cuando surjan problemas. Entre las áreas que cubre el Acuerdo de compañero de habitación están:
- Obligaciones de alquiler
- División de utilidades
- Uso de las pertenencias de los demás
- uso del apartamento
- Políticas de visitantes
- Cuidado y mantenimiento del apartamento.
- Requisitos misceláneos establecidos por todos los compañeros de cuarto