Según las estadísticas de la Agencia Federal para el Desarrollo de la Pequeña Empresa (SBA), aproximadamente el 40% de las pequeñas empresas no sobreviven más de tres años. Es justo decir que muchas de las empresas que fracasaron no gestionaron adecuadamente el riesgo. Crear y gestionar una empresa, independientemente de su tamaño o sector, implica un riesgo considerable.
Sin riesgo no habría crecimiento ni innovación. Se trata de asumir los riesgos adecuados, eliminar los innecesarios y controlar el impacto de un fracaso. Adoptar un enfoque sistemático y organizado de la gestión de riesgos tiene ventajas decisivas.
Los siguientes consejos le ayudarán a identificar, analizar y planificar la eliminación o gestión de riesgos. Si tiene preguntas jurídicas, llame a su bufete de abogados proveedor de LegalShield.
- Identificar – El proceso de identificar sus posibles vulnerabilidades puede parecer desalentador. En primer lugar, tome nota de los distintos tipos de riesgos. Los riesgos internosLos riesgos internos, como la pérdida de un empleado importante, el fallo de un equipo o la falta de liquidez, pueden evitarse o al menos gestionarse con una planificación adecuada. Los riesgos externos como los cambios en el mercado, las catástrofes naturales o los cambios políticos, aunque imposibles de prevenir, deben tenerse en cuenta. Adopte un enfoque de lluvia de ideas para considerar los riesgos potenciales para su empresa. También debe consultar con empleados y asesores de confianza e investigar los riesgos habituales en su sector.
- Analizar – Una vez identificados los distintos riesgos para su empresa, debe empezar a considerar la probabilidad de cada riesgo en relación con su coste potencial para la empresa. Por ejemplo, en un sector altamente competitivo, una empresa que opere con márgenes estrechos tendría riesgos de alta probabilidad y alto coste. Estos riesgos de alta probabilidad y alto coste requieren una planificación más inmediata y exhaustiva. Una vez que haya clasificado su lista por probabilidad y coste, podrá iniciar el proceso de prevención y gestión de riesgos.
- Prevenir y mitigar – No se pueden eliminar todos los riesgos. Mitigar el riesgo implica encontrar formas prácticas y asequibles de eliminar el mayor riesgo posible y desarrollar un plan para superar los riesgos que no se pueden eliminar. Debe centrarse en los riesgos que suponen una mayor amenaza para su empresa. Algunos riesgos, como la responsabilidad civil por productos defectuosos, las catástrofes naturales o los robos, pueden mitigarse contratando las pólizas de seguro adecuadas. Otros riesgos, como los cambios de mercado o políticos, requieren una planificación cuidadosa para gestionarlos adecuadamente. Puede que le resulte necesario diversificar su plan de negocio o añadir una nueva línea de productos para hacer frente a un mercado cambiante. Su bufete proveedor de LegalShield puede ayudarle asesorándole sobre posibles responsabilidades y revisando las condiciones de sus pólizas de seguros.
- Documentar – Documentar la evaluación de riesgos y las respuestas tiene varias ventajas. La documentación le proporcionará un punto de partida para reevaluar periódicamente los riesgos y las posibles respuestas. También dispondrá de una lista de comprobación de elementos para gestionar continuamente los riesgos y actualizar su plan estratégico. La gestión de riesgos no es algo que se hace una vez y se olvida. Los riesgos cambian y con el tiempo aparecerán otros nuevos. Asegúrese de actualizar la lista a menudo para proteger su negocio.
- Recursos – Hay muchos artículos y modelos de planes de gestión de riesgos disponibles en Internet. La guía de la SBA sobre gestión de riesgos para pequeñas empresas ofrece ideas clave e incluye muchos ejemplos comunes de riesgos para pequeñas empresas que le ayudarán a elaborar su lista. SCORE tiene una serie de excelentes entradas de blog sobre cómo eliminar y minimizar los riesgos. Aprenda de los errores y retos a los que se han enfrentado otras empresas.
